Con tanto al alcance de nuestra mano gracias a la tecnología, a
menudo pensamos ¿cómo nos arreglábamos hace tantos años? Lo mismo se
puede aplicar a la tecnología de la diabetes, pero con tantas opciones
diferentes, es importante que las personas con diabetes cuenten con la
información necesaria a fin de elegir la opción adecuada para ellas.
Le pedimos al galardonado activista de la diabetes tipo 1 y
autoproclamado entusiasta de los datos, Nick Cahm, que compartiera sus
opiniones sobre su experiencia con el diagnóstico y la necesidad de
una mejor educación en torno a las opciones para el manejo de la
diabetes.
Este artículo refleja la experiencia, los puntos de vista y las
opiniones de Nick Cahm, y no debe interpretarse como una
representación de un grupo más amplio de personas con diabetes.
Al recibir por primera vez un diagnóstico de diabetes, quizás lo
primero que piense no sea “¿de qué tecnología dispongo?”. Es más
probable que sean sentimientos de tristeza, enojo y miedo a lo
desconocido. Sé que cuando recibí el diagnóstico en 2007, casi no
sabía nada sobre la diabetes. No sabía cómo manejar la enfermedad y
no sabía qué deparaba el futuro. De hecho, ni siquiera sabía lo que
no sabía, ¡pero necesitaba saber! Sin embargo, desde los primeros
pasos tentativos en el mundo del manejo de la diabetes, comencé a
comprender que hay algunos elementos clave para lograr un manejo
satisfactorio de la diabetes.
-
Motivación
-
Educación y conocimiento
-
Tecnología adecuada
-
Apoyo (de pares y clínico)
Sin alguno de esos factores, puede ser difícil o incluso imposible
manejar la diabetes de manera eficaz. Al enfocarse en la tecnología,
los factores están interconectados. La tecnología puede indudablemente
ayudar a la motivación; la tecnología no es nada sin educación y
conocimiento; adaptarse a las nuevas tecnologías exige apoyo, que
puede ser de profesionales médicos o de los pares. Al dejar la clínica
del hospital en 2007, quizás tenía uno de esos elementos clasificado
como motivación. El resto aún debía abordarse, y para algunos de ellos
tardé casi diez años.
Se puede pensar erróneamente que la última innovación por sí sola
dará como resultado un mejor control de la diabetes. Pero el vínculo
entre la tecnología y la educación es vital, y lo que se adapta a una
persona no necesariamente se adapta a otra. Con la innovación, existe
un requisito de mejorar el conocimiento a través de la educación. La
pandemia actual de la Covid-19 ha acelerado sin duda el progreso hacia
las plataformas de aprendizaje en línea facilitadas por una amplia
gama de organizaciones y partes interesadas. Durante demasiado tiempo,
la educación se consideró una actividad de enseñanza formal basada en
el salón de clases. Esto está cambiando, y se dispone de oportunidades
en muchas plataformas. Todavía existe el desafío de hacer que las
personas participen en esto, pero la facilidad de acceso sin dudas ayudará.
El avance tecnológico es pronunciado. Hablando con aquellos que han
tenido diabetes tipo 1 durante décadas, queda claro que el progreso ha
sido pronunciado e incremental, con ocasionales avances notables. La
tecnología para la diabetes no solo se trata de las soluciones de alta
gama, como las bombas de insulina de circuito cerrado o el aparato de
medición continua de la glucosa más avanzado; abarca todos los
elementos de las herramientas que una persona con diabetes debe usar.
Eso incluye una larga lista de elementos como agujas, lancetas,
insulina, tiras reactivas de glucemia, monitores de glucemia y otros
dispositivos de administración de insulina, como plumas inteligentes
de insulina. En todas estas áreas ha habido mejoras concretas en la
tecnología en los últimos veinte años, donde los cambios notables en
el monitoreo de la glucosa y los tipos de insulina son particularmente importantes.
Con todos estos avances, es importante tener en cuenta que, en la
tecnología de la diabetes, no hay algo que se adapte a todas las
circunstancias; lea
más sobre mi proceso personal aquí.