“Es importante reconocer que nuestros miedos e inquietudes son una respuesta normal a una situación anómala”.
Comprender el efecto del COVID-19 en la salud mental: entrevista con un experto
En este momento, miles de millones de personas en todo el mundo están luchando por comprender y responder a las extensas ramificaciones del coronavirus. Para la persona en particular, los desafíos se relacionan con el autoaislamiento, el distanciamiento social en público y el manejo de los síntomas preexistentes (si los hubiera), todo mientras se aprenden nuevas formas de vivir día a día.
Desafortunadamente, la necesidad de autorregularse y repensar los hábitos personales para reducir el riesgo de contraer (o transmitir) la enfermedad puede tener consecuencias para la salud mental.
Para ofrecer algo de claridad y orientación, nos comunicamos con el Dr. Frank Snoek, profesor de Psicología Médica y jefe del Departamento de Psicología Médica del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam. Además de ser un experto en la psicología de la diabetes, al Dr. Snoek le interesan las herramientas electrónicas de salud utilizadas para el autocontrol de las enfermedades crónicas.
Esto es información de conocimiento general de la enfermedad y no debe interpretarse como asesoramiento médico. Si presenta síntomas de COVID-19 o tiene preguntas, dudas o inquietudes, debe comunicarse con su médico y seguir, en todo momento, los consejos de las autoridades locales.
Dr. Snoek, estamos presenciando muchas reacciones diferentes de las personas como resultado de la crisis del COVID-19. ¿Por qué los seres humanos reaccionan de la manera en que lo hacen?
En una situación como la que enfrentamos ahora, usted ve diferentes respuestas y estilos de adaptación. La mayoría de nosotros, si no todos, sentimos cierto grado de incertidumbre y nos preocupa nuestra salud y la de los demás. Esto nos ayuda a darnos cuenta de la gravedad de la situación y a cumplir con las recomendaciones relacionadas con el distanciamiento social y el lavado de manos. La personalidad y la vulnerabilidad mental, es decir, la “resiliencia”, determinan en gran medida cómo las personas enfrentan el estrés debido al coronavirus. Algunos se ven más afectados que otros, física y mentalmente, pero también desde una perspectiva económica. Una minoría de personas está demasiado ansiosa y vive con miedo en una medida que limita seriamente su funcionamiento diario. Y algunas no comprenden bien las amenazas reales y ponen en riesgo la vida de otras personas al comportarse de manera irresponsable.
Usted trabaja principalmente con personas que viven con diabetes. ¿Cree que esta situación afectará específicamente el bienestar mental de las personas con diabetes? Si es así ¿qué pasaría?
Creo que las personas con diabetes pueden verse específicamente afectadas. Se han identificado como extra vulnerables, es decir, tienen un riesgo alto de enfermarse gravemente cuando se infectan. Esto puede no ser cierto en general, pero es una carga adicional además de las inquietudes que todos tenemos. También puede provocar estigmatización y aislamiento social innecesario. Además, debido al confinamiento, las personas con diabetes pueden tener preocupaciones realistas sobre la disponibilidad de medicamentos y tecnologías para la diabetes.
“Ayuda a cumplir con lo que conoce y a seguir su rutina diaria en la mayor medida posible”.
¿Qué enfoques sugeriría para manejar la ansiedad en esta situación? ¿Qué consejos puede dar a las personas que viven con diabetes?
Primero y principal, es importante reconocer que nuestros miedos e
inquietudes son una respuesta normal a una situación anómala. Esta es
la reacción de los seres humanos a las amenazas y al aislamiento.
Expresar sus emociones y compartirlas con sus seres queridos es útil.
En segundo lugar, en tiempos de incertidumbre, escasa interacción
social y aislamiento forzado en el hogar, es beneficioso que se
mantenga haciendo lo que conoce y siga con su rutina diaria tanto como
sea posible. Esto ofrece estructura y es algo sobre lo que puede
ejercer control. En tercer lugar, debemos regular nuestra exposición
al flujo continuo de mensajes alarmantes, y a veces desinformación,
sobre la propagación del COVID-19, la cantidad de muertes, etc. Dicha
información puede conducir a un estado de hiperalerta y estrés.
Limitarse a solo revisar las noticias 2 o 3 veces al día puede liberar
“espacio” mental que es mejor que llene de cosas positivas, incluidos
asuntos que estén bajo su control.
“Comunicarse con seres queridos y apoyar a quienes están solos puede ser realmente gratificante”.
¿Cuáles son algunas formas en que las personas pueden buscar apoyo de amigos, colegas y seres queridos durante este tiempo?
Las redes sociales y el teléfono son, por supuesto, inmensamente útiles. Tenemos la suerte de contar con la oportunidad de mantenernos en contacto y apoyarnos virtualmente mientras mantenemos nuestra distancia física. Por cierto, comunicarse con seres queridos y apoyar a quienes están solos puede ser verdaderamente gratificante de una manera que potencie el bienestar general y la resiliencia.