Aplicadores, agujas e inyecciones
Administrar inyecciones puede ser abrumador o atemorizante. Aprenda a sentirse más seguro respecto de la colocación de inyecciones con esta guía.
Un elemento clave para un buen control de la diabetes es la consciencia sobre usted mismo y sobre su entorno. Al prestar atención a la forma en que su cuerpo puede reaccionar en diferentes situaciones y realizar una planificación cuidadosa, puede continuar siendo activo en todo tipo de entornos y situaciones.
Muchas personas pueden controlar la diabetes sin verse afectadas en el trabajo. Sin embargo, un día de trabajo completo puede significar que usted tenga dificultades para comer alimentos saludables, tomar medicamentos o mantener estable el azúcar en sangre. Estas son algunas cosas que puede hacer para sentirse mejor en el lugar de trabajo.
Tener una rutina de inyección de insulina puede significar realizar adaptaciones para asegurarse de que pueda controlar el azúcar en sangre y tomar su medicamento cuando sea necesario. Continúe leyendo para averiguar qué puede o qué debería hacer al inyectarse insulina en diferentes situaciones.
Es posible que no tenga ganas de controlar los niveles de azúcar en sangre ni de inyectarse los medicamentos para la diabetes cuando esté enfermo. Sin embargo, es muy importante que continúe haciéndolo para mantener su diabetes bajo control.
Sus niveles de azúcar en sangre pueden aumentar cuando está enfermo, por lo que debe controlar y ajustar su dosis de insulina si es necesario. Si tiene náuseas o vómitos, es posible que no esté consumiendo suficientes carbohidratos (azúcar). Cuando no come y toma su insulina, corre el riesgo de tener niveles bajos de azúcar en sangre. Intente beber sorbos de bebidas azucaradas o comer un poco de comida “fácil”, como sopa o helado, o chupar caramelos con azúcar.
Por lo general, es una buena idea llevar su aplicador de insulina, un teléfono móvil y un bocadillo azucarado cuando hace ejercicio para estar preparado en caso de emergencias. Asegúrese de usar una alerta médica que les indique a otras personas que está recibiendo insulina.
Además, asegúrese de no exponer la insulina de su pluma a temperaturas extremas (>25 °C, <4 °C), como dejarla bajo el sol o al lado de un campo de juego helado.
De todos modos, antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, hable con el profesional de cuidado de la salud a cargo del tratamiento de la diabetes y solicite su consejo. Probablemente le realizarán un control general y le indicarán cómo ajustar sus alimentos y medicamentos, incluida la insulina, para equilibrar su control de azúcar en sangre en consecuencia.
Para obtener más información sobre cómo controlar la diabetes con ejercicio, lea nuestra sección sobre como mantenerse activo.
No hay ningún tipo de inconveniente con continuar inyectándose en el estómago siempre y cuando aún pueda pellizcar la piel o si usa una aguja muy corta. Si le preocupa, use otras áreas adiposas, como los muslos, la parte superior de los brazos (solo si se lo aconsejan) o las nalgas.