Una dieta saludable complementada con ejercicio físico suele ser unas
de las primeras recomendaciones para que implementes en los inicios de
la diabetes tipo 2. Aunque la enfermedad siga evolucionando, la
actividad física tiene que seguir siendo de gran importancia para
controlar la glucemia. ¿Por qué? porque ayuda a que el azúcar en
sangre esté nivelada, colabora con la pérdida de peso y mejorar tu
salud mental.
Un pequeño aumento en la actividad física marca la diferencia, aunque
no lo creas. Si no estuviste activo durante mucho tiempo, es un buen
momento para empezar a hacer ejercicio de cinco a diez minutos
diarios. Después andá agregando más minutos cada semana, y así
sucesivamente hasta alcanzar tu objetivo.
Cuando comiences con
una rutina nueva buscá una actividad que se adapte a vos. Si lo hacés,
te va a resultar más fácil continuarla. ¡Incorporarla te ayudará a
disfrutar de los beneficios que es llevar un estilo de vida activo!