Diabetes tipo 2 y su dieta alimenticia
En el período llamado prediabetes (o inicio de la enfermedad) los niveles de azúcar en sangre pueden controlarse llevando una dieta saludable y haciendo ejercicio físico regularmente.
La idea de administrar inyecciones, a veces, puede producir temor en
algunos pacientes y como consecuencia, experimentar dificultades para
afrontar el problema.
Para que no sientas temor, ¡te
presentamos una guía que te ayudará a sentirte más seguro al momento
de inyectarte!
Los principales lugares para que puedas inyectarte son: los muslos, el abdomen, las nalgas o la parte superior de los brazos.
Es muy importante que prestes atención a esta información:
Hablá con tu médico o con tu enfermero sobre los posibles lugares de
aplicación en tu cuerpo y sobre la rutina de rotación más apropiada
para vos.
Las agujas causan ansiedad: ¿por qué?
Tanto los objetos filosos -como las agujas- y los pinchazos son
causales de ansiedad. Al pensar en la aplicación de una medicación,
de inmediato se asocia con las inyecciones de vacunas que se dan con
una aguja más larga (y más grande) y que se aplican en el músculo.
¿Este tipo de agujas son diferentes? ¡Sí! Son mucho más pequeñas y
finas. A pesar de que a simple vista son agujas que no infunden
miedo, hay pacientes que experimentan ansiedad por tener que inyectarse.
Te brindamos algunos consejos para que logres superar esta sensación:
Comprender las causas
Pueden ser muchas las razones por las que te invade la ansiedad cuando sabés que tenés que aplicarte un medicamento de forma inyectable. Algunos motivos posibles pueden ser:
La ansiedad se puede superar
Encontrar una forma de relajarte sería muy útil para controlar la ansiedad. Durante el día es bueno que te tomes un momento para aprender o aplicar alguna técnica de relajación: respiración profunda o meditación guiada (con la ayuda de un podcast, libros o aplicaciones móviles)
Otras técnicas útiles para que implementes en tu rutina de inyecciones son:
Recordá que se necesita tiempo para sentirse cómodo con la aplicación; ¡no te apures!
Sabemos que no es sencillo inyectarse y que nadie disfruta hacerlo
todos los días. Sin embargo, cambiar algunas cosas básicas puede
hacer que el procedimiento sea más llevadero. Por ejemplo: